Entendiendo que la lucha con la comida no es solo sobre el peso
El día a día de alguien que vive con un conflicto con la alimentación es una guerra constante. Es agotador, súper solitario y genera una ansiedad que te tiene chata. Entras en el círculo de restringir, compensar, sentir culpa, prometer que «mañana será distinto», y el control se siente como lo único que tienes.
Si te sientes así, lo primero que quiero decirte es esto: No estás fallando y tu problema no es simplemente «la comida».
La Trampa de la Mirada Superficial
En nuestra cultura, aprendimos desde muy temprano que nuestra valía depende del cuerpo. Nos obsesionamos con ser flacas, ser bellas o tener el control perfecto. Y cuando esa lucha nos supera, pensamos que la solución está en la próxima dieta, el próximo gimnasio o el próximo libro de autoayuda.
Pero la realidad es que el Trastorno de la Conducta Alimentaria o la relación caótica con la comida es un síntoma de algo mucho más profundo. Es el reflejo de una historia de vida compleja, de duelos no resueltos, traumas, o problemas en los vínculos con tus padres.
La comida se convierte en la única área donde sientes que tienes el «control» de algo.
Mi Visión: Una Mirada que Va Más Allá del Plato
Como psiquiatra con formación sólida en TCA en Chile y el extranjero , mi visión es abrir las posibilidades para que comprendas esto: El problema no está solo en la comida, sino en lo que hay detrás y que te mantiene atrapada.
Mi tarea no es «arreglarte». Mi tarea es darte un sostén que ofrezca seguridad y claridad para que puedas entender:
- Cómo llegaste a lo que llegaste.
- Quién eres realmente, más allá de cómo luces.
- Y, desde ahí, reparar tu relación con la comida y con tu cuerpo para vivir con más libertad y coherencia contigo misma.
Aquí te aseguro un espacio sin juicios, donde la honestidad es lo primero. No voy a ofrecerte una solución mágica. Te muestro el camino más realista pero al mismo tiempo más satisfactorio a largo plazo.
El Primer Paso hacia la Calma
Si sientes que estás pura sufriendo y te identificas con esta lucha, quiero que sepas que el primer paso es hacerte consciente y comprometerte con tu propio tratamiento.
Mereces vivir con más calma y alcanzar una forma de autorrespeto donde te trates con dignidad, sin que te condicionen por lo estético.
Si estás lista para ese cambio y buscas un acompañamiento experto que entienda la complejidad de tu historia, dale el vamos a tu proceso.
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